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Cuentan los hechos de sendos relatos, dos testigos presenciales de la escena: el francés Froissart y el castellano Pedro López de Ayala. De este último, de su Crónica del reinado de Pedro I de Castilla, tomamos las frases escuetas que refieren el hecho. Son éstas: El Rey Don Enrique, desque hubo desbaratado la pelea de Montiel, y vió al Rey Don Pedro acogido al castillo que allí era, puso muy gran acucia en hacer cercar con una pared de piedra seca al lugar de Montiel, y otrosí puso muy grandes guardas de día y de noche enderredor por recelo que el Rey don Pedro no se fuese de allí...Algún tiempo después de establecido el cerco, las argucias de Beltrán Duguesclin procuraron que el Rey Pedro bajara del castillo, engañado y creído que el francés le había de facilitar la huída, alcanzando la tienda o posada del mercenario galo...Y luego que allí llegó el Rey Don Pedro, y le detuvieron en la posada de Mosén Beltrán, como dicho habemos, súpolo el Rey don Enrique, que estaba ya apercibido y armado de todas sus armas, y el bacinete en la cabeza, esperando este hecho. Y vino allí armado, y entró en la posada de Mosén Beltrán, y así como llegó el Rey Don Enrique, trabó del Rey Don Pero. él no le conocía, pues había gran tiempo que no le había visto. Y dicen que le dijo un caballero de los de Mosén Beltrán: "Catad que este es vuestro enemigo". Y el Rey Don Enrique aún dudaba si era él. Y dicen que dijo el Rey Don Pedro dos veces: "Yo soy, yo soy". Y entonces el Rey Don Enrique conocióle, e hirióle con una daga por la cara. Y dicen que ambos a dos, el Rey Don Pedro y el Rey Don Enrique, cayeron en tierra, y el Rey Don Enrique le hirió estando en tierra de otras heridas. Y allí murió el Rey Don Pedro a veinte y tres días de Marzo deste dicho año...




¡Cuán distinto te contemplo
de lo que estabas robusto,
la noche aquella que fuiste
del rey Don Pedro refugio!

Inútil montón de tierras
de años y hazañas sepulcro
que viandantes y pastores
miran de noche con susto.

De Montiel, viejo castillo,
montón de piedras y musgo
donde en vez de centinelas
gritan los siniestros búhos.

(Duque de Rivas)



VIDEO DE LOS NUEVE DÍAS QUE EL REY  PEDRO I DE CASTILLA PERMANECIÓ EN MONTIEL. 
EXTRAÍDO DE LA SERIE DE RTVE "PEDRO I EL CRUEL"




RETRATO DEL REY PEDRO I DE CASTILLA

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La Asociación Encomienda de Montiel fue fundada el día 23 de Abril de 2005. Nuestra actividad principal es la recreación histórica de la esplendorosa época medieval de Montiel, centrada en el hecho histórico de la muerte del Rey Pedro I de Castilla y León, acaecido en Montiel el 23 de Marzo de 1369, a manos de su hermanastro que también fuera Rey Enrique II de Trastámara.

Somos una Asociación de personas vinculadas al municipio de Montiel y su comarca, por razones de nacimiento, residencia, trabajo u otros intereses, tenemos carácter abierto y apolítico, careciendo de ánimo de lucro.

Otras actividades culturales se fundamentan en rescatar, estudiar e investigar las raices y señas de identidad montieleñas.

Conservar, apoyar y cultivar las costumbres y tradiciones históricas, culturales, artesanales, laborales, gastronómicas, etc.

¿Por qué elegimos ENCOMIENDA DE MONTIEL como nombre de la Asociación?

Encomienda significa:

Dignidad dotada de renta que se otorgaba a algunos caballeros en las órdenes militares.
Lugar, territorio y rentas de esa dignidad.
Dignidad de comendador en las órdenes civiles.
Cruz que llevan los caballeros de las órdenes militares en la capa o vestido.
Merced o renta vitalicia que se daba sobre un lugar o territorio.


La encomienda es un marco espacial donde se desarrolla un modelo de relación social y económica de estructura feudal santiaguista. La creación y asentamiento se produce hacia 1230 en el Campo de Montiel. El maestrazgo de Pelayo Pérez Correa (1205 – 1275) depara una amplia legislación foral con hitos muy significativos.

La encomienda era una unidad administrativa básica y de dominio señorial constituida por una serie de propiedades en las que el maestre asumía el papel de señor feudal y los comendadores eran sus vasallos que sin embargo ejercían la jurisdicción por delegación de aquél.

El potencial de cada encomienda puede apreciarse consultando los libros de visita de la Orden de Santiago, donde figuran numerosos indicadores como la existencia de un fuero, la participación en rentas eclesiásticas y control sobre las iglesias, la situación de la encomienda en relación a grandes vías de comunicación (portazgos, montazgos, etc.) existencias de ferias o mercados, acuerdos de límites, estructura jerárquico-administrativa de cada encomienda y en definitiva su peso dentro de la estructura de poder de la Orden.

Puede afirmarse con pleno rigor histórico que la comarca del Campo de Montiel como marco espacial dotado de homogeneidad geográfica fue articulada y organizada por la Orden de Santiago, habiendo pervivido esta realidad histórica hasta nuestros días. Los antecedentes previos señalan a Montiel y Alhambra como núcleos principales de esa zona en las épocas romana, visigoda e islámica, a partir de ellos se fundaron las diferentes aldeas, castillos e iglesias que dieron lugar al conocido Campo de Montiel.

Montiel fue un centro organizador de su entorno desde 1227 en que se ocupó militarmente por la Orden (Entre 1224 y 1227 fue asediado para lo que hubo de construirse el castillo de San Polo). Los únicos instrumentos forales de la comarca son los referidos a Montiel como marco legislativo para todo el Campo. Pelayo Pérez Correa (28/04/1243) da fuero al concejo de Montiel, eximiendo de portazgo a los pobladores de la villa, otorgándosele el fuero de Cuenca.

En definitiva, Montiel conoció una época esplendorosa entre (1243 – 1421) que a los fundadores de la Asociación nos ha parecido justo y necesario resucitar. Aquel esplendor de Montiel en el contexto de su Campo y su importancia socio-económica en la transierra castellano-leonesa se debe sin duda a un personaje: El maestre don Pelayo Pérez Correa. 

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